domingo, 29 de noviembre de 2015
jueves, 19 de noviembre de 2015
El Yo y el No-Yo "La Ley de Polarización"
En
el mundo todo es un sistema dentro de otro sistema, cada parte del
sistema, cumple una función diferente, por lo tanto tienen cualidades
diferentes, y muchas veces son opuestos
complementarios, para que la respiración funcione tiene que haber
inhalación y exhalación, en uno el aire entra y en el otro sale, pero
uno sin el otro no existirían.
La polarización es la división de estas funciones, en realidad de la energía, y de sus cualidades, el
ser humano divide sus energías, sus cualidades, y elige; cuando elige
un polo de la energía, rechaza el opuesto complementario, es como
si dijera no me gusta exhalar, así que solo voy a inspirar, y cuando
inevitablemente tiene que exhalar entra en tensión, es tan sencillo como
eso, se resiste a la realidad, porque cree que puede elegir, cree que
puede cambiar la naturaleza de cómo funciona el mundo y los sistemas,
cree que puede cambiar la realidad.
Cuando
el ser humano elije ciertas características y por consiguiente rechaza
otras, se identifica con esas características, crea un "yo" y por la ley
de polarización, también un "tú" (o no-yo). Se acaba de dividir entre
un "yo", el adentro, y un "tú" el afuera, lo que ocurrirá es que
toda energía rechazada vendrá de afuera, puede venir como experiencias,
personas, o vínculos. Pero en realidad, y de ahí lo sorprendente" es que
esas energías (el yo y el no-yo) son esa misma persona.
El
problema radica en que la persona elije, esto me gusta, esto no, y
todos tienen que ser como yo, pensar como yo para ser feliz, de esta
manera se está asegurando vivir el otro lado que rechaza, por
ejemplo cuando uno dice "yo", está diciendo yo soy luna en Aries
oposición Saturno, entonces esto quiere decir que valorizo el cumplir
con mi deber, ser activa, responsable, hacer cosas continuamente, ser
competitiva, entonces el tú, lo que vivo, el afuera, es todo lo opuesto
de mi carta, por ejemplo sol en tauro, mercurio en tauro, Neptuno en
diez, venus en cáncer, toda la energía que no le interesa el esfuerzo,
sacrificio, competir, queda afuera, rechazada, en la sombra de la
persona.
A
manera de equilibrio compensatorio, si me ubico en una parte de mi
carta astral (que es mi energía), proyecto otra (que también es energía
propia), y en este caso todo lo que sea, placer, descanso, lentitud,
cerrarme, contemplar lo voy a vivir como un conflicto, lo sufro, en vez
de comprender que no puedo conseguir lo que quiero ni cumplir, si no
descanso, si no me dedico tiempo a materializar, a disfrutar, cuando la
vida me lo trae lo vivo mal, no me resigno a vivir algo que es real, que
está en la vida y es tan necesario como lo otro, porque ambas partes
soy yo mismo, y todo aquello que rechazo se convierte en sombra, de
hecho este inconveniente hace que solo
vea una parte de la realidad, me interese solo una parte, por lo tanto
la otra parte no la veo, y si la veo quiero huir, huir de mí mismo, de
toda la energía que deje en el tú, en el afuera.
La
sombra (lo no reconocido) está para que la luz de mi conciencia pueda
absorberla, identificarme con ella, porque todo aquello que dividí,
rechacé y ahora vivo afuera, soy yo, la sombra intenta que nos
identifiquemos con lo que vivimos, para volver a unir lo que dividimos. Por
ello cuando la persona siente que odia algo ha de detenerse y revisarse
a sí misma, porque lo más probable es que sea una parte de ella misma
no reconocida internamente.
Este
concepto de polarización, unido a la astrología es muy útil, porque
gracias a la carta astral podemos ver donde nos dividimos, en el caso de
luna Saturno, la persona elije o luna o Saturno, y proyecta el otro, de
la misma manera si la persona tiene mucha energía de tauro, piscis,
libra, son energías, de calma, de paz, unión, armonía, todo aquello que
este en la carta, y sea agresivo, diferenciante, desequilibrador, que
puede ser , Aries, escorpio, acuario, va a entrar en conflicto y a
proyectarse en personas y experiencias.
Con
la carta astral, tenemos un mapa de nuestras polarizaciones, tenemos lo
que creemos ser y lo que creemos no ser, y con la carta podemos ampliar
nuestra conciencia de lo que somos, de nuestra totalidad, sin división,
la carta astral es la foto energética de nuestro ser puro, es nuestro
camino a la unión.
Ahora
toca pensar cuantas cosas tenemos que empezar a cuestionarnos, cuanta
energía es la que estamos despreciando de nosotros mismos, y esto es
inherente al ser humano, todos estamos polarizados, vivimos en un error, solo hay que aceptar ese error, y comenzar a observarnos.
Abrirnos a nosotros mismos, y abrirnos a todas esas cualidades de los
otros que juzgamos, como si no fueran nuestras también, hay que
permeabilizarnos a nosotros mismos dejarnos entrar y ser.
Natalia C. Costa (AstroNostrum) 2015
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