jueves, 19 de noviembre de 2015

El Yo y el No-Yo "La Ley de Polarización"







En el mundo todo es un sistema dentro de otro sistema, cada parte del sistema, cumple una función diferente, por lo tanto tienen cualidades diferentes, y muchas veces son opuestos complementarios, para que la respiración funcione tiene que haber inhalación y exhalación, en uno el aire entra y en el otro sale, pero uno sin el otro no existirían.

La polarización es la división de estas funciones, en realidad de la energía, y de sus cualidades, el ser humano divide sus energías, sus cualidades, y elige; cuando elige un polo de la energía, rechaza el opuesto complementario, es como si dijera no me gusta exhalar, así que solo voy a inspirar, y cuando inevitablemente tiene que exhalar entra en tensión, es tan sencillo como eso, se resiste a la realidad, porque cree que puede elegir, cree que puede cambiar la naturaleza de cómo funciona el mundo y los sistemas, cree que puede cambiar la realidad.

Cuando el ser humano elije ciertas características y por consiguiente rechaza otras, se identifica con esas características, crea un "yo" y por la ley de polarización, también un "tú" (o no-yo). Se acaba de dividir entre un "yo", el adentro, y un "tú" el afuera, lo que ocurrirá es que toda energía rechazada vendrá de afuera, puede venir como experiencias, personas, o vínculos. Pero en realidad, y de ahí lo sorprendente" es que esas energías (el yo y el no-yo) son esa misma persona.

El problema radica en que la persona elije, esto me gusta, esto no, y todos tienen que ser como yo, pensar como yo para ser feliz, de esta manera se está asegurando vivir el otro lado que rechaza, por ejemplo cuando uno dice "yo", está diciendo yo soy luna en Aries oposición Saturno, entonces esto quiere decir que valorizo el cumplir con mi deber, ser activa, responsable, hacer cosas continuamente, ser competitiva, entonces el tú, lo que vivo, el afuera, es todo lo opuesto de mi carta, por ejemplo sol en tauro, mercurio en tauro, Neptuno en diez, venus en cáncer, toda la energía que no le interesa el esfuerzo, sacrificio, competir, queda afuera, rechazada, en la sombra de la persona.

A manera de equilibrio compensatorio, si me ubico en una parte de mi carta astral (que es mi energía), proyecto otra (que también es energía propia), y en este caso todo lo que sea, placer, descanso, lentitud, cerrarme, contemplar lo voy a vivir como un conflicto, lo sufro, en vez de comprender que no puedo conseguir lo que quiero ni cumplir, si no descanso, si no me dedico tiempo a materializar, a disfrutar, cuando la vida me lo trae lo vivo mal, no me resigno a vivir algo que es real, que está en la vida y es tan necesario como lo otro, porque ambas partes soy yo mismo, y todo aquello que rechazo se convierte en sombra, de hecho este inconveniente hace que solo vea una parte de la realidad, me interese solo una parte, por lo tanto la otra parte no la veo, y si la veo quiero huir, huir de mí mismo, de toda la energía que deje en el tú, en el afuera.

La sombra (lo no reconocido) está para que la luz de mi conciencia pueda absorberla, identificarme con ella, porque todo aquello que dividí, rechacé y ahora vivo afuera, soy yo, la sombra intenta que nos identifiquemos con lo que vivimos, para volver a unir lo que dividimos. Por ello cuando la persona siente que odia algo ha de detenerse y revisarse a sí misma, porque lo más probable es que sea una parte de ella misma no reconocida internamente.

Este concepto de polarización, unido a la astrología es muy útil, porque gracias a la carta astral podemos ver donde nos dividimos, en el caso de luna Saturno, la persona elije o luna o Saturno, y proyecta el otro, de la misma manera si la persona tiene mucha energía de tauro, piscis, libra, son energías, de calma, de paz, unión, armonía, todo aquello que este en la carta, y sea agresivo, diferenciante, desequilibrador, que puede ser , Aries, escorpio, acuario, va a entrar en conflicto y a proyectarse en personas y experiencias.

Con la carta astral, tenemos un mapa de nuestras polarizaciones, tenemos lo que creemos ser y lo que creemos no ser, y con la carta podemos ampliar nuestra conciencia de lo que somos, de nuestra totalidad, sin división, la carta astral es la foto energética de nuestro ser puro, es nuestro camino a la unión.

Ahora toca pensar cuantas cosas tenemos que empezar a cuestionarnos, cuanta energía es la que estamos despreciando de nosotros mismos, y esto es inherente al ser humano, todos estamos polarizados, vivimos en un error, solo hay que aceptar ese error, y comenzar a observarnos. Abrirnos a nosotros mismos, y abrirnos a todas esas cualidades de los otros que juzgamos, como si no fueran nuestras también, hay que permeabilizarnos a nosotros mismos dejarnos entrar y ser.


Natalia C. Costa (AstroNostrum) 2015

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